lunes, 21 de mayo de 2012

Curiosidad


Cuando alguien me dice que no entiende la poesía que lo aburre 
me pregunto si es posible que exista en este mundo
un ser que no haya nunca sin saberlo, sin sospecharlo apenas,
en un día cualquiera, tal vez en el baño en medio de una situación dificultosa,
o fritando un huevo – frito -,
sin escribirlo siquiera sino pensando
– porque el pensamiento son nada más que palabras
nada menos tampoco
y de ellas están hechas los poemas -,
casi sin darse cuenta, de manera distraída como se lava un plato
o se recoge una basurita del piso
o se saca una foto creyendo que la máquina está en off
como se finge placer algunas veces
para evitar discusiones más extensas 
o se firma un cheque que no es nuestro
tal vez de la misma manera que se mira una puerta, indiferente,
como podemos tomarnos el bondi para el centro
o nos miramos los dientes cada tanto para certificar que son nuestros
-          los más dichosos de nosotros, los que aún tenemos y aún son nuestros -,
me pregunto si existe un ser humano
( que tenga sus capacidades cognitivas en pleno funcionamiento
 y quizá incluso aquellos que no tanto),
si es posible que un individuo sensible apenas no hace falta mucho más que eso,  
 no haya dicho(se) nunca un mísero verso con la punta de su lengua
o no se lo haya hecho a alguien en toda su puta vida.